Sanciones VeriFactu
La obligación de adaptarse al sistema VeriFactu no es opcional para muchos negocios. Y aunque pueda parecer un simple ajuste técnico, hay algo que a veces se pasa por alto: no cumplir con esta normativa puede acabar costando caro. Literalmente.
A menudo se habla del sistema desde el punto de vista técnico o legal, pero muy pocas veces se menciona lo que pasa cuando no se hace bien. Las consecuencias van más allá de una notificación o una advertencia. Estamos hablando de posibles sanciones económicas, inspecciones más frecuentes y situaciones incómodas que afectan al día a día de cualquier autónomo o empresa. Por eso es importante saber a qué nos enfrentamos y cómo evitarlo.

Evita multas y problemas legales
Hay una realidad clara: si no se cumplen las condiciones que exige la Agencia Tributaria en lo referente a VeriFactu, se asumen riesgos. Y esos riesgos tienen un precio. La sanción por no usar VeriFactu puede no ser inmediata, pero eso no significa que no llegue.
Las multas por incumplir la normativa pueden aplicarse tanto por no usar un sistema compatible como por alterar facturas o no enviarlas correctamente al sistema de Hacienda. Y aunque suene técnico, lo que se está buscando es algo muy concreto: que cada factura quede registrada tal como se emitió, sin manipulaciones ni retrasos.
¿Y si me equivoco?
Equivocarse es algo normal. Pero cuando esos errores se repiten o no se corrigen, dejan de ser simples despistes. Aquí es donde aparecen los problemas legales con la facturación, sobre todo cuando el sistema que se usa no está preparado para cumplir con los requisitos del reglamento.
Por ejemplo: si un software no bloquea la edición de una factura ya enviada, o si permite eliminar registros sin dejar rastro, ya estamos incumpliendo. Y eso puede derivar en una inspección, una sanción o incluso en responsabilidades mayores si Hacienda interpreta que hubo intención de ocultar información.
Más que sanciones: desgaste
Las consecuencias legales del sistema no solo se miden en dinero. También hay un coste en tiempo, en gestiones, en papeleo extra. Tener que responder a requerimientos, justificar operaciones o rehacer procesos contables porque algo no se hizo como debía puede frenar mucho más que una multa.
Hay quienes piensan que estos controles afectan solo a grandes empresas. Pero no es así. Cualquier autónomo que emita facturas tiene que estar al día con el sistema. Y no cumplir puede acabar afectando su actividad, incluso si no hay mala intención detrás.
¿Cómo evitarlo?
La respuesta no está en aprenderse toda la normativa al detalle, ni en volverse experto en fiscalidad. Lo que realmente ayuda es contar con una herramienta que ya venga preparada para cumplir con todo. Que evite errores antes de que ocurran. Que se anticipe. Porque ahí es donde está la diferencia entre facturar tranquilo y vivir con la duda de si se está haciendo bien o no.
Adoptar una solución como la nuestra permite evitar sanciones AEAT sin complicaciones. Tú te encargas de tu trabajo, y la plataforma se ocupa del resto. Así de simple.
Contáctanos
Si estás en ese punto en el que no sabes si tu sistema es el adecuado, o si no tienes claro qué exige exactamente la ley, hablemos.
En VeriCloud te escuchamos, te orientamos y te ofrecemos una solución adaptada. Todo, con el objetivo de que no tengas que preocuparte por una sanción por no usar VeriFactu ni por ninguna sorpresa legal más adelante.